// Publicado en El Día de Salamanca el 10 de julio de 2016 //
Seguro que si ha oído hablar del ‘Diseño’ estará pensando en algo bonito. Vamos bien. Si ahonda un poco más, puede que piense en diseño de moda. En Salamanca, de eso sabemos y tenemos buena industria. (y más que hay que cuidarla). También puede que le venga a la cabeza algo relacionado con la publicidad. Oiga, de eso también tenemos. Contamos con magníficos profesionales y con una Facultad de Comunicación en la Ponti, a la que tengo la suerte de pertenecer. Puede que después de visitar nuestro Museo de Automoción, piense en diseño de automóviles. De eso, sólo tenemos el museo, que no es poco. Con un magnífico logotipo, por cierto. Hasta aquí, bien. Pero puede que, a lo peor, cuando oye hablar de Diseño le vienen a la cabeza tiendas con objetos de esos que algunos llaman ‘de diseño’, que últimamente afloran como setas. Sí, esas en las que igual compras un rollo de papel higiénico impreso con billetes de quinientos o un regalo absolutamente inútil pero monísimo. Si es de estos últimos, siento decirle que está usted equivocado. El Diseño no es hacer cosas monísimas. O no solo. Seguir leyendo «Diseño y Democracia»