// Publicado en El Día de Salamanca el 24 de julio de 2016 //
La otra noche no lo pude resistir y la descargué. Y eso que a mí esos dibujos me pillaron ya mayor. Me había encontrado un montón de artículos sobre el tema. Que si uno se había caído por un puente mientras jugaba. Que si en Central Park había aparecido un Vaporeon y todos como locos para allá a ver si le daban caza. Que si un señor se había liado a tiros contra dos cazadores de Pokémon que había en la puerta de su casa. Muchos de los jugadores no parecían precisamente chavalitos, sino miembros de la ‘Generación Y’. Millenials con pelos en la barba, mochila y zapatillas, dejaban en cualquier sitio su coche híbrido y corrían como locos viendo la realidad através de su móvil, como un fotógrafo de guerra, pero en torpón.